Hospital General " Dr. Jesús Yerena " Lídice

Servicio de Cirugía Plástica , Reconstructiva y Maxilofacial

Residencia de Post-grado


Violencia Doméstica

Lesiones faciales por agresión física a la mujer

(1996 – 1998)


Autores:

Dr. Daniel Slobodianik C.

Dr. Ignacio Sousa G

Dr. José A. Matheus


Violenc1.jpg (7281 octets) Introducción:

La violencia doméstica y específicamente la agresión física hacia la mujer, se ha convertido en nuestro país en un problema de grandes proporciones. Miles de mujeres anualmente son agredidas por su compañero, esposo, ex-esposo, novio o amante.

La violencia doméstica no es fácil de definir. En términos generales podríamos decir que es el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja. Se establece en personas relacionadas afectivamente y que generalmente viven en el mismo hogar.

A nuestros centros asistenciales acuden diariamente gran cantidad de pacientes femeninos con lesiones producidas como consecuencia de violencia doméstica y hasta la fecha no existe en el país una legislación que penalice a los agresores.

El Hospital General "Dr. Jesús Yerena" de Lídice de Caracas ha sido escogido por el Consejo Nacional de la Mujer, como sede del Centro Nacional de Denuncias Contra la Mujer y el Niño Maltratado.

La finalidad de este trabajo es demostrar que la agresión física hacia la mujer por violencia doméstica es un motivo frecuente de consulta en nuestras emergencias. Al mismo tiempo tratamos de contribuir así a la promulgación de una ley en contra de ésta.

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Materiales y métodos:

 

Se hizo una revisión de los pacientes del sexo femenino que acudieron a la emergencia del Hospital General "Dr. Jesús Yerena de Lídice de la ciudad de Caracas presentando algún tipo de lesión facial causada por agresión física de su compañero, novio, amante, esposo o ex-esposo entre Enero de 1996 y Junio de 1998.

Se tomaron para el presente estudio, las siguientes variables:

 

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Resultados:

Los resultados de los datos obtenidos fueron los siguientes:

Número de casos:

En el año 1996 se registraron un total de 60 casos de lesiones faciales por agresión física a la mujer.

En 1997, el número de casos por violencia doméstica en contra de la mujer que ameritaron atención médica fue de 70

Hasta el 15 de Junio de 1998 se presentaron un total de 48 casos de mujeres lesionadas por su pareja.

Podemos observar que en 1997 hubo un incremento en el número de consultas por agresión física femenina en 10 casos. Esto representa un aumento del 16,66% con respecto a 1996.

Hasta el 15 de Junio de 1998 se presentaron 48 casos. Esto representa el 68,57 % de los casos con respecto a 1997 y el 80 % con respecto a 1996. De seguir esta tendencia, el número de pacientes femeninos atendidos por agresión física será mucho más alto en 1998 que en los años anteriores.

Diagnóstico:

1996

  N° de casos % del total de casos
Fracturas de mandíbula:                                10   16,66
Fracturas nasales:                                      18 30,00
Fracturas de malar:      5 8,33
Heridas faciales:               8 13.3
Quemaduras:                                                       3 5,00
Sin lesiones importantes:                               16 26,66

1997                           

  N° de casos % del total de casos

Fracturas de mandíbula:         

8 11,42

Fracturas nasales:            

20   28,57

Fracturas de malar:        

2   2,85

Heridas faciales:             

15 21,42

Quemaduras:                                 

1 1,42

Sin lesiones importantes:                  

24 34,28

 

1998 (15 de Junio)

  N° de casos % del total de casos
Fracturas de mandíbula:              3 6,25
Fracturas nasales:           18    37,5

Fracturas de malar:        

1 2,08

Heridas faciales:     

10 20,8
Quemaduras:                                 1 2,08
Sin lesiones importantes:             15 31,25

Observamos que los casos de fracturas mandibulares han disminuido de 10 casos en 1996 a 8 casos en 1997 y a 3 casos en el primer semestre de 1998.

Las fracturas de malar también presentaron una disminución en el número de pacientes. De 5 casos atendidos en 1996, el número descendió a 2 casos en 1997 y a 1 caso en la primera mitad de 1998.

En cuanto a las fracturas nasales, se aprecia un incremento de 18 casos en 1996 a 20 casos en 1997. Hasta Junio de 1998 se presentaron 18 casos, lo que indica que la tendencia va en aumento.

Las heridas faciales que ameritaron ser tratadas quirúrgicamente fueron 8 en 1996, 15 en 1997 y 10 hasta Junio de 1998. También es evidente la tendencia que existe hacia el incremento del número de consultas por este motivo.

En cuanto a las quemaduras faciales, en 1996 se presentaron 3 casos, en 1997 1 caso y en la primera mitad del año 1998 1 caso.

Finalmente, el número de pacientes que consultaron a este centro por agresión física por violencia doméstica que no sufrieron heridas o fracturas de huesos faciales, pero que ameritaron tratamiento médico por edema o equimosis facial fue el siguiente: 16 casos en 1996, 24 casos en 1997 y 15 casos en el primer semestre del año 1998. Esto indica que de seguir esta tendencia, el número de casos será mucho mayor con respecto a los años 1996 y 1997.

Edad:

1996

Edades           0 – 10                11 – 20           21 – 30          31 – 40                4 1 – 50

Casos                                             12                    34                         11                      3

1997

Casos                                            11                             38                  13                        8

1998 (15 de Junio)

Casos                    1                      8                               37                      8                         2

Analizando las edades de las pacientes, podemos interpretar los siguientes resultados:

En 1996, el mayor número de casos, estuvo en las edades comprendidas entre los 21 y 30 años con 34 pacientes. Esto representa el 56,66 % del total de casos para ese año. El segundo lugar lo ocupa el rango entre 11 a 20 años con 12 casos y un 20% del total. Seguidamente las edades entre 31 a 40 años con 11 casos y 18,33 % y finalmente 3 casos entre los 41 a 50 años que representan el 5 % del total de casos.

En el año 1997 las edades predominantes de pacientes con lesiones faciales estuvieron también entre los 21 y 30 años con 37 casos. 52,85 % del total. En segundo lugar las edades de 31 a 40 años con 13 casos y un 18,57 %. El tercer lugar en el rango de edades se ubica entre los 11 a los 20 años con 11 casos 15,71 %. Finalmente las edades comprendidas entre los 41 a 50 años presentaron 8 pacientes, que constituyen el 11,42 % del total. Llama la atención el caso de una niña de 10 años que fue atendida con una fractura nasal producida por un traumatismo provocado por su "novio" (1,42 %)

Para el primer semestre de 1998, el mayor número de casos se mantuvo también entre el rango de 21 a 30 años. 62,5 % del total de pacientes atendidos hasta el 15 de Junio de este año. Los rangos entre los 11 a 21 años y 31 a 40 años presentaron igual número de pacientes, representando cada uno un 16,66 % del total. Las edades entre 41 a 50 años ocuparon el cuarto lugar para este año con 2 casos y un 4,16 %.

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Discusión:

La violencia entre la pareja es difícil de medir, generalmente ocurre en privado y las víctimas muy pocas veces se atreven a denunciar estos incidentes debido al temor a represalias por parte del compañero.

La violencia doméstica sigue un patrón o ciclo que pasa por tres fases:

  • Abuso psicológico

  • Período de reconciliación.

  • Período de ambivalencia.

Abuso psicológico:

La violencia psicológica es más difícil de detectar que la violencia física. Muchas veces la mujer vive años de violencia psicológica antes de ser agredida físicamente. La agresión psicológica comprende varios aspectos:

Todos estos abusos psicológicos van en aumento hasta que viene una explosión de rabia y la mujer es golpeada o herida.

Período de reconciliación:

En esta fase del ciclo el hombre se da cuenta de que ha actuado mal y se arrepiente. Entonces se vuelve amable, cariñoso, pide disculpas y hasta regala flores. Esta conducta "cariñosa" completa la victimización de la mujer

Período de ambivalencia:

La mujer no sabe que hacer. Su pareja la golpeó, pero al mismo tiempo pidió disculpas, es cariñoso y le regaló flores. De esta manera decide perdonarlo. Pasa un tiempo variable de tranquilidad y comienza de nuevo el mismo patrón en la primera fase, pero cada vez el tiempo entre una agresión y otra es más corto y el ciclo se hace repetitivo.

La motivación en la mujer, que en un principio pudo haber tenido el deseo de separarse o pedir ayuda va disminuyendo progresivamente hasta volverse completamente pasiva y sumisa.

¿Qué pasa entonces con las víctimas de violencia doméstica?

Muchas siguen sufriendo hasta quedar completamente destruidas física, psicológica y moralmente. Otras acusan a sus agresores ante la policía, quien la mayoría de las veces no toma las medidas apropiadas para el caso, debido a la falta de una ley que castigue a los agresores.

Conclusiones:

Vivimos en una sociedad esencialmente machista.
En Venezuela, así como en otros países, el hombre cree tener el derecho de controlar, disciplinar con severidad e incluso abusar de la vida de la mujer. El hombre utiliza la fuerza física para mantener el poder y el control sobre la mujer, ya que ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener este fin y no hay ley que los castigue.

Venezuela es el único país de la región andina que carece de una legislación en contra de la violencia doméstica, aún cuando ha sido ratificada como sede de la convención interamericana para la prevención, erradicación y penalización de la violencia en contra de la mujer.

El código penal venezolano, que data del año de 1922, considera a la violencia doméstica como un problema privado que debe ser manejado por las personas involucradas y no por organismos legales.

Actualmente son los jueces de paz los encargados de atender los casos de disputas entre familiares y vecinos. El 97% del total de casos denunciados ante estos jueces, están relacionados con violencia doméstica en contra de mujeres y niños. Según la Organización Panamericana de la Salud, por lo menos un 60% de las mujeres venezolanas han sido maltratadas por su pareja al menos una vez.

La agresión física en contra de la mujer, ocurre en todos los niveles socio-económicos. No solamente en las familias pobres. En las familias ricas también sucede. La diferencia radica en que la mujer con medios económicos altos, acude a un centro asistencial privado cuando es agredida. La mujer de escasos recursos no tiene otra alternativa y se dirige a un hospital público.

Al preguntársele a las pacientes porque permiten estas agresiones y porque mantienen la relación con la persona agresora, algunas de sus respuestas fueron las siguientes:

"Es que yo lo quiero mucho"

"Es que yo soy culpable de lo que pasa"

"No tengo como mantener a mis hijos"

"¿Cómo voy a dejar a mis hijos sin su papá?"

"Me da miedo"

"Si lo denuncio me mata"

"Es mi deber seguir casada"

"Es que él estaba muy nervioso"

"El va a cambiar"

"Es que mi familia lo quiere mucho a él"

"Dios me lo puso a él en mi camino"

"Es que él no me golpea siempre"

"Esta situación va a mejorar"

Todo esto hace que muchas mujeres maltratadas no dejen su "hogar", prefiriendo ser agredidas a dejar al agresor.


¿Que se puede hacer?

 

Educar a la población para que disminuya la agresión a la mujer.

Estimular a las mujeres que son agredidas a denunciar los casos de violencia doméstica

Crear y poner en práctica planes para combatir este flagelo.

Luchar por la promulgación de la ley que penalice la agresión a la mujer y al menor.

Crear planes de asesoramiento legal para mujeres agredidas de escasos recursos.

Crear más centros de denuncia de maltratos en contra de la mujer a nivel nacional.

Crear planes de asesoramiento psicológico para las mujeres agredidas y para los agresores.

Crear asilos para mujeres y niños maltratados con escasos recursos que carezcan de hogar o que se sientan amenazadas dentro del mismo.

Bibliografía:

1.- Arina, J. "Apuntes de vida y fe". Sun Publishers. Cap.1 pag 12-56. 1994

2.- Gutiérrez, E. Law against Domestic Violence. Internet News: alt.women.domesticviolence. Women-Venezuela. 1998.

3.- U.S. Department of Justice. Violence between intimates. Office of justice programs. Bureau of Justice Statistics.

4.- Código Penal de Venezuela. 1922.

5.- Alvarez, R. La mujer Maltratada en Venezuela.